Descripción
A zorra y provocadora, nadie le gana a Ella Knox. Sin embargo, ella nunca se había propuesto follarse al padrastro. Le tenía mucho respeto, y lo veía casi como a un padre. Pensar en follarse al marido de su madre era algo que jamás se le hubiese cruzado por la cabeza. Claro que cuando el tío empezó a hablarle de sexo y le confesó lo mucho que le costaba seguir viéndola como a una hija desde que le crecieron las tetas, le hizo cambiar de opinión. En cuanto se dio cuenta de que al padrastro le encantaría follársela, sintió muchas ganas de comerle la polla. Después de mamársela, nadie pudo detenerlos y acabaron echándose un polvo de muerte.
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