Descripción
Verona Vaughn se quedó a dormir en la casa del abuelo y por la mañana, al verlo afeitarse frente al espejo, se propuso provocarlo para ver si se animaba a follársela. La zorra se dio cuenta de que el viejo no podía quitar los ojos de encima de su cuerpo en ropa interior, así que se le ocurrió quitarse las bragas y el sujetador, y meterse en el jacuzzi. El viejo, excitado como nunca, se acercó para besarla en la boca y la nieta le respondió con una mamada. Después ya les fue imposible detenerse. El abuelo se folló a la nieta en todos los rincones del baño y acabó corriéndose sobre sus tetas.
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