Descripción
Cuando mi novio me presentó al amigo no me lo podía creer. Lo había conocido pocas semanas atrás en una disco, y nos habíamos matado a morreos. No pude follármelo porque mi novio me esperaba a la salida, pero lo masturbé y me metió los dedos en el coño. Ahora estaba en nuestra casa… ¡y se quedaría a dormir! Era una excelente oportunidad para saldar la deuda que teníamos pendiente, así que en cuanto mi novio se durmió, fui a su cuarto. De solo verlo dormido me puse cachonda y me quité la ropa para masturbarme. Después saqué su polla y comencé a mamársela. ¡La sorpresa que se llevó cuando abrió los ojos y me vio desnuda con su rabo en la boca! De más está decir que me dio una follada de campeonato…