Descripción
Esta jovencita morena de tan solo veinte años cometió el peor error que puede cometer una chica en un casting de modelos: confesar que necesitaba dinero de forma urgente y que estaba dispuesta a hacer lo que fuera con tal de conseguirlo. Entonces, el tío que la estaba entrevistando le propuso empezar currando en la industria del porno para ganar un poco de experiencia y así logró que le contara que le encantaba tragar corridas y que no le gustaba nada el sexo anal. Con esa información, el hombre la hizo poner en bolas, le ordenó que le mamara la polla y se la folló a cuatro patas en el sofá antes de correrse adentro de su boca. ¡Ella misma le había indicado cómo tenía que follársela!
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