Descripción
Cuando descubrí a mi jefe en aquella playa nudista con la esposa, lo último que se me ocurrió fue acercarme. Primero porque me moría de vergüenza de que tanto él como la mujer me vieran desnudo y, segundo, porque quería darme el gusto de ver a su esposa desnuda, así que preferí seguirlos. De pronto, se detuvieron en un sitio alejado, la zorra se quitó la bikini y él fue a meterse en el mar. La guarra exhibicionista estaba allí, sola, desnuda, y yo me acerqué para verla bien de cerca. La zorra se puso a masturbarme, comenzó a chupármela y acabé follándomela ahí mismo. No por guapa ni por joven, sino solo por darme el gusto de follarle la mujer al cornudo de mi jefe.