Descripción
Al hombre de la casa no le parecía muy normal que su esposa y su hija se ducharan juntas tan a menudo. Decían que era para ahorrar agua, pero el tío sospechaba que tenían otras intenciones aparte de salvar el planeta. Por eso, puso una cámara oculta en el baño y así descubrió que sus sospechas no eran en vano. La madrastra y la hijastra eran dos lesbianas empedernidas. Se comían los coños y se metían los dedos mientras se tocaban y se besaban hasta correrse juntas. La gran duda que le queda es quién inició a quién. De lo que está seguro es de que su esposa disfruta más de las comidas de chocho de su hija que de las folladas con él.