Descripción
Jenny Glam se sentía muy confundida. Jamás le habían atraído las mujeres, y la masajista asiática la puso cachonda apenas le puso las manos encima. A la asiática le pasó algo parecido, ya que tampoco era lesbiana pero se calentó como nunca al ver las tetas de Jenny. Fue la masajista quien fue conduciendo la situación hasta que acabaron follando, a pesar de que no tenía experiencia con otras mujeres. Instintivamente, se comieron los coños, se acariciaron, se chuparon los cuerpos centímetro a centímetro y hasta hicieron tijeras como si fueran lesbianas de toda la vida.
