Descripción
La última visita de Dillion Carter a la casa de los tíos fue distinta a todas las demás. Como nunca antes había sucedido, la tía se puso a hablarle de sexo a la sobrina mientras estaban cenando y Dillion le confesó que tenía muy poca experiencia y que era un desastre para el sexo oral. Intrigada, la tía le preguntó por qué y se ofreció a ayudarla. El tío, en silencio, escuchaba todo sabiendo lo que vendría. ¿Con qué otra polla iba a enseñarle a hacer mamadas sino con la suya? Así fue como, despues de la cena, Dillion y el tío se desnudaron, fueron los tres al sofá y la tía le enseñó a la sobrina a hacerle una buena mamada al tío hasta que se corriera sobre su rostro.
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