Karma Rosenberg paga con el culo la apuesta de juego del marido

Karma Rosenberg se hacía la disgustada, pero en realidad se lo estaba pasando teta. No podía reconocer abiertamente lo mucho que le excitaba tener que follar con dos chavales delante del marido. Mucho menos sabiendo que tendría que dejarse follar hasta por el culo. Le tocaba pagar la apuesta que su marido acababa de perder jugando a las cartas, y tenía que hacerlo sentir un cabrón. Sus rivales se encargarían de hacerlo sentir bien cornudo, follándose a la esposa por el chocho, por el culo y por la boca, poniéndola de rodillas a mamárselas a ambos. Si la morena les hacía saber que le gustaba, sabrían que más que castigarlo a él le estaban haciendo un favor a ella…