Descripción
Escuchar el relato de mi novia mientras declaraba en la comisaría me hizo estremecer. La pobre vivió una verdadera pesadilla. El técnico informático, después de reparar el ordenador, le tocó el culo. Ella le ordenó que la dejara y se fuera inmediatamente, pero eso lo hizo cabrear. Entonces la cogió del pelo, la hizo arrodillar y le metió la polla en la boca por la fuerza. Después de hacérsela mamar, la empujó sobre el sofá, le arrancó el pantalón y le hincó el rabo en el ojete, metiéndoselo bien hasta el fondo, y le empezó a romper el culo sin parar hasta llenárselo de leche. Pobre mi novia. Nunca más la dejaré sola en casa con un desconocido.
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