Descripción
Esta abuela tetona se ha encontrado con un negro mientras daba un paseo con el bosque y sintió que el destino lo había puesto enfrente suyo por algún motivo. Ella se había pasado la vida entera masturbándose pensando en pollas negras. Su marido tenía una picha diminuta y lo único en lo que pensaba era en que un tío con un rabo enorme le reventara el coño a pollazos. Por eso, al encontrarse a este negro, no dudó de que el momento que tanto estaba esperando había llegado. El negro estaba bien predispuesto a follársela y no era para menos. Una mujer de esa edad, con unas tetas tan firmes, no estaba para desperdiciar. Se desnudaron prácticamente al mismo tiempo y acabaron echándose un polvo inolvidable en el que el tío hasta se dio el gusto de comerle el coño.
Categorías