Un polvo en la naturaleza con una pelirroja de tetas enormes

Suena imposible creer que un simple paseo en la naturaleza por el bosque para hacer ejercicios de gimnasia acabe con una follada, porque la verdad es que no es nada normal toparse con una pelirroja bien guapa, entrenando sola, con unas tetas y un culo de ensueño… y muchas ganas de follar. Nuestro encuentro entre los árboles derivó en una charla muy corta, ya que cuando los dos nos dimos cuenta de lo que queríamos, pasamos a la acción. ¿Qué queríamos? Obviamente, follar. La pelirroja me dejó meterle mano y bajarle los pantalones y las bragas, así que antes de que se arrepintiera, la penetré y me la follé sin que siquiera me comiera la polla.