Descripción
Si hay algo que las ladronas profesionales saben bien es que no hay nada peor que robar ropa interior y llevársela puesta. Los seguratas, en caso de pillarlas, les harán quitar toda la ropa hasta recuperar el trofeo y dejarlas desnudas, humilladas en sus morros. Eso mismo fue lo que le pasó a Tia Cyrus por novata. Lo peor de todo es que el guardia, al descubrir que llevaba puestas las bragas robadas, le ofreció quedárselas a cambio de que le chupara la polla. Como la mamada no le supo suficiente, le ordenó que se quitara las bragas y se la folló, así que la pobre tuvo que volver a casa chorreando leche por todos los sitios y sin ropa interior.
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