Descripción
¡Qué grata sorpresa me dio esta morena tetona cuando la vi entrar por la puerta! Su hermoso rostro, combinado a la perfección con un cuerpazo con unas curvas maravillosas, me pusieron la polla dura aún sin que se quitara nada. Ni hablar de lo que me pasó cuando se desnudó. ¡Casi me corro sin tocarme! Descubrir esas tetas enormes e increíbles me calentó tanto que comencé a follármela de todas las formas posibles. Sin dudas, lo mejor fue cuando la puse a cuatro patas. Tenerla en bolas, en la postura del perrito, dispuesta a volver a recibir mi polla, fue algo increíble.
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