Descripción
Llegó un momento de la noche en el que Sweetie Fox llegó a la conclusión de que todos los hombres son unos gilipollas y decidió regresar a la casa sola. Ya estaba completamente borracha, y frustrada por no haber podido saciar sus deseos de follar con alguien, solo tenía ganas de seguir bebiendo. Por fortuna, cuando entró en el cuarto se lo encontró al hermanastro, Black Bull. Él, al verla borracha y cachonda, decidió aprovecharse de la situación y sacó la polla. La morena enseguida se desnudó, se le echó encima y se puso a mamársela. El hermanastro acabó echándole un polvo de muerte casi literalmente, ya que para cuando se corrió, ella ya estaba desmayada del sueño y la borrachera.
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