Descripción
Sheena Ryder estaba horrorizada. Llevaba una semana viviendo en casa de su hermana y acababa de descubrir cámaras ocultas en su cuarto y en el baño. Seguramente las había instalado su cuñado, que se lo pasaba coqueteándola y acosándola sin importarle que era el esposo de su hermana. En ese momento tomó la decisión de irse de la casa, pero cuando estaba a punto de salir, el cuñado estaba entrando. No la dejó irse. Le impidió cruzar el pasillo hasta la puerta, la tomó por la fuerza y comenzó a quitarle la ropa. Después la acostó en la mesa con el culo en pompa, le quitó las bragas y el sujetador… y sucedió lo inevitable. El cuñado se la folló por la fuerza en todas las posturas y con una brutalidad imperdonable. Al final, el cabrón iba a acabar saliéndose con la suya.
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