Descripción
Su madrastra estaba guardando cajas de ropa fuera de temporada en el vestidor y él se ofreció a ayudarla. Después de ayudarle a subir una caja, el hijastro empezó a meterle mano con todas las confianzas del mundo. La madrastra se quedó alucinada, le iba a dar una bofetada pero ese tocamiento de tetas le puso cachonda. Al fin y al cabo, no todos los días te tira ficha un veinteañero como su hijastro. Total que la tía se dejó hacer, tanto que acabaron follando y todo. Empezaron en el vestidor, donde el hijastro empotró a la madrastra con sus tetas botando de lado a lado como dos globos. Luego, aprovechando que papá no estaba en casa, se fueron a la habitación y acabaron allí la faena. Tremenda follada de coño se llevó la madurita, ese coño carnoso estaba deseando una follada como esa. Y el hijastro más de lo mismo, el morbazo de tirarse a una madura tetona y rellenita como ella no se tiene todos los días.
