Descripción
Esta rubia rebelde con piercing en la nariz se planta desnuda en el sofá de su casa esperando a que llegue su papá. El padre eufórico por haber cerrado un cliente importante no piensa en las consecuencias y se deja llevar por la zorra de su hija que solo busca pasar un buen rato aprovechándose de su grande polla. En menos que canta un gallo el padre está follando con su hija disfrutando de sus grandes tetas caídas y sus pezones duros como piedras a los que le gusta lamer.
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