Descripción
Menuda sorpresa se llevó Rika Fane cuando regresó al salón y se encontró al padrastro con la polla en la mano. El cabrón se estaba masturbando furiosamente, con los ojos cerrados, completamente concentrado en la paja que se estaba haciendo. Recién cuando la rubia le preguntó qué coño estaba haciendo, advirtió su presencia y le confesó que se había calentado al verla entrar con su vestido corto. Eso la puso tan cachonda que se ofreció a hacerle una mamada y, por supuesto, todo terminó con una espectacular follada. La zorra, mientras le estaba chupando la polla, la preguntó si quería follársela y el hombre aceptó sin dudarlo.
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