Descripción
Apenas habían pasado unas horas desde que el amigo de mi novia estaba viviendo en mi casa que yo ya estaba empezando a sospechar que me ponían los cuernos. No estaba seguro de por qué, menos aun teniendo en cuenta que yo había aceptado que se quedara unos días en casa hasta que se arreglara con la novia, pero tenía un presentimiento muy feo. Fue entonces que se me ocurrió poner una cámara oculta y así descubrí que mis sospechas eran realidad. La muy zorra no solo me estaba engañando, sino que hasta se ponía a mamarle la polla y a follar con él detrás mío, mientras yo estaba concentrado jugando a los videojuegos.
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