Descripción
Ver a mi madrastra desnuda era algo que no me esperaba, pero mucho menos en la situación en la que la pillé. La guarra estaba exhibiéndose frente a la cámara del móvil para sus seguidores de internet. Cuando descubrió que estaba espiándola, apagó la cámara y vino a reñirme, pero no tenía mucho que decirme. La culpa era exclusivamente de ella, que fue quien llamó mi atención y dejó la puerta abierta. Lo mejor de todo fue el final, ya que después del altercado, los dos nos quedamos calientes. Era evidente que acabaríamos follando ya que era una pena que nos sacáramos la calentura masturbándonos cada uno por su cuenta.