Descripción
Estaba a punto de llorar y no sabia muy bien que hacer lo había hecho como un hobby y ahora estaba condenada a cumplir esta horrible sentencia había entrado a la tienda y ahora quería salir cargando algo que no tenia. La jovencita pelirroja pagó por lo que hizo con el vigilante de la tienda que se la llevó al almacén se sacó la polla y la obligó a chupársela, si se negaba la amenazó diciendo que llegaría la policía para llevársela a prisión. Ella con mucho miedo porque la broma de robar algo le había salido cara, aceptó y empezó a regalarle una mamada al segurata hasta que el la puso a cuatro patas y la folló a la fuerza.
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