Descripción
No sé si nos habrán puesto alguna pastilla en la cerveza o qué, pero esa noche, en medio de la fiesta, mi novio y yo empezamos a morrearnos con tanta pasión que a los dos minutos estábamos más cachondos que nunca. Cuando vimos que todos nos estaban observando, me preguntó si me animaba a follar delante de todos y le dije que sí. Enseguida nos quitamos la ropa hasta quedarnos completamente desnudos, me puse a comerle la polla y, frente a unos cuantos espectadores, me la metió hasta el fondo del coño y nos pusimos a follar desesperadamente, excitados al máximo por el morbo que nos provocaba la situación.
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