Descripción
Es increíble pero desde que mi amiga y yo empezamos a salir, no podemos hacer nada sin meternos mano. Cuando estamos en casa nos lo pasamos teniendo sexo. Ni siquiera podemos ver juntas una película. Tanto ella como yo sentimos que el roce de nuestros cuerpos es irresistible así que, para estarnos quietas tenemos que estar a más de un metro de distancia. Nunca pensé que el lesbianismo era tan rico ni que disfrutaría tanto masturbando y comiendo coños. Tampoco me imaginé que me gustaría más que una mujer me chupe el chocho a que un chaval me folle.
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