Descripción
Hay maridos cornudos que hasta se excitan viendo cómo se follan a sus esposas, pero el caso del esposo de Aidra Fox es bastante triste. La zorra se folla a todos los hombres que le salen del coño, y lo hace incluso cuando él está en la casa y hasta en sus propios morros. Imagínate que al repartidor que acaba de entregarte unas cajas, unos minutos después, te lo encuentras en el cuarto follándose a la puta de tu esposa. ¿Qué haces si les dices que dejen de hacerlo y la muy puta te responde que te calles y te sientes a ver cómo se come una buena polla? Pues, seguramente la mandarías a tomar por culo y le darías una paliza al tío. Este cornudo, en cambio, obedeció y se sentó a ver cómo la esposa y el repartidor lo humillaban echándose un polvo en su propia cama.
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