Descripción
El marido de Nikki Benz tiene muy poco carácter para estar casado con semejante hembra. Nikki llama la atención de todos los hombres constantemente. Sus enormes tetas y su voluptuoso culo jamás pasan desapercibidos. Era obvio que en cuanto entraran al gimnasio todos los hombres posarían sus miradas en su cuerpo. Claro que el esposo no contaba con que ella se dejara seducir en su cara, y mucho menos se imaginó que se dejaría follar por dos negros polludos. La morena se vio tentada por esas pollas enormes y, teniendo a mano la fantasía de hacer su primer trío interracial, no pensaba perderse de que se la follaran duro mientras se comía una rica polla porque el marido estuviese ahí mirando. El pobre se convirtió de repente en un cornudo mirón. Por no animarse a tomar el control de la situación, se follaron a la mujer hasta por el culo en su propia cara.
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