Descripción
Los padres de la colegiala asiática Mia Shinohara la tenían encerrada en la casa, en penitencia por haberla pillado saliendo de un motel con un chaval. Ese día se dieron cuenta de que Mia era mas zorra que empollona. Todo lo contrario a lo que ellos creían. Claro que si creyeron que prohibiéndole las salidas evitarían que volviera a tener sexo, estaban muy equivocados. La zorra encontró un anuncio de una productora que hacía castings porno a domicilio y se apuntó sin dudarlo. A los dos días, tenía en su casa a un equipo de filmación y a un actor porno con una buena polla dispuesto a follársela bien follada mientras la grababan desde todos los ángulos. ¡La sorpresa que se llevaron los padres cuando la vieron enseñando el coño peludo y mamando polla en internet!
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