Descripción
Finalmente, mi sobrina mexicana acabó viniéndose a vivir conmigo. Después de las vacaciones que pasamos juntos, quedó encantada con mi polla. No paramos de follar ni un solo día, y muchas veces lo hicimos por la mañana, por la tarde y por la noche. Le gusta mucho sentarse encima mío, meterse el rabo lentamente en el coño hasta el fondo y empezar a saltar como loca, cabalgando a toda velocidad. Después me la chupa un poco para no correrse tan rápido y acabo poniéndola de espaldas contra la pared con el culito en pompa para terminar de follármela por detrás.