Descripción
Sabía que su hambre de deseos era normal, pero no podía evitar sentirse culpable al pensar en tocarse tantas veces, y en ocasiones no podía evitar lograr la meta que lo llevaba al cielo de la dicha, lo peor que había sucedido recientemente, sucedió en los lugares menos pensados y tuvo que alejarse de la gente para satisfacer sus deseos. Ese día, todo estaba sucediendo en el comedor, concretamente en el sofá, sin saber que su madre estaba detrás de la pared, observando cada uno de sus movimientos hasta que quiso intervenir y se lo acabó follando para aliviar sus ganas de derramar su lefa.