Descripción
Mi esposa sabe lo mucho que me pone que salga a la calle sin bragas. Es una cosa que me enloquece, sobre todo cuando se atreve a hacer guarradas como agacharse, sentarse con las piernas abiertas o subir y bajar escaleras. El solo hecho de que alguien tenga la posibilidad de verle el coño y el culo me pone la polla como una piedra. La última vez lo hizo en el supermercado. ¡Por Dios, qué locura! La guarra se cansó de enseñarme el chocho y yo, por supuesto, la grabé con mi móvil. Con este video, me hice ya como veinte pajas, y todavía me quedan ganas de seguir mirándolo.
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