Descripción
Menuda sorpresa me llevé cuando recibí la llamada de mi amigo. El muy cornudo me contó que yo le gustaba mucho a su esposa y él tenía ganas de ver cómo me la follaba. Yo me negué porque no pensaba follármela delante suyo, pero él me convenció diciéndome que estaba dispuesto a que me la follara a solas y le grabara un video. Entonces, su mujer y yo quedamos en un hotel y le eché un polvo de muerte. Ver como la zorra se desnudaba para mí, sabiendo que me deseaba mucho y se moría por comerme la polla, me puso al cien. La hice gozar como nunca y la dejé encantada de la vida, así que después de aquella experiencia, seguimos follando pero a escondidas de mi amigo.