Descripción
En la soledad del bosque, mi amiga y yo nos quitamos la ropa hasta quedarnos totalmente desnudas y nos echamos a dormir una siesta. De pronto, a la cabrona se le ocurrió revisarme el móvil y descubrió que andaba coqueteando con otra persona. Eso la encabronó demasiado, así que decidió vengarse robándome la ropa y dejándome durmiendo en pelotas. Así, completamente en bolas, tuve que salir a buscar ayuda cuando me desperté y me encontré con un tío que, a cambio de sacarme del bosque, me obligó a mamarle la polla y me folló hasta correrse en el agujero de mi culo mientras me tenía a cuatro patas.
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