Descripción
A esta diosa italiana le gusta que se la follen bien duro y yo le hice el favor de taladrarle el coño de tal forma que se acordará de mi durante las próximas dos semanas. Me puse al cien con apenas verle esas hermosas tetas grandes y naturales. Eso es lo que me motivo a follármela a lo bestia. Primero empezamos bastante suave, con algunas caricias, pajas y, por supuesto, el infaltable sexo oral. Yo le lamí el coño y ella me comió el rabo como si fuera un polo, hasta que me lo puso duro como una barra de hielo y se lo metí. Desde entonces, no paré de follármela en todas las posturas hasta acabar.