Descripción
Que me atendieran dos ginecólogos juntos me provocó bastante morbo. Debo reconocerlo, la idea de que aquel novato que estaba aprendiendo de su compañero me viera el coño totalmente abierta de piernas, me puso al cien. Me imaginaba que por su poca experiencia seguramente se pondría cachondo, y no me equivoqué. El chaval tuvo una erección inmediata y, cuando el doctor más experimentado empezó a tocarme el chocho, le pedí que se acercara y sacara la polla. Mientras yo empezaba a chupársela, el otro médico me acomodaba mejor para penetrarme y acabamos montando un trío increíble.