Descripción
A esta abuela francesa no le importó nada lo que dijeran sus vecinos, sus hijos ni sus nietos. Estaba harta de vivir de la jubilación y quería pasarse los últimos días de su vida a lo grande. Para eso, necesitaba tener mucho más dinero y, por supuesto, sexo, que no estaba teniendo desde hacía años. Por eso se presentó a hacer un casting porno con la esperanza de que se la follaran esa tarde y la contrataran para seguir follándosela y pagándole unos cuantos euros. Menuda sorpresa se llevó cuando se le aparecieron tres maromos que, mientras la besaban, sacaban sus pollas para ponerla a mamarlas. Eso sería solo el comienzo, ya que después se turnarían para follársela por el culo, siempre procurando que uno de los tres le siguiera follando la boca. ¡Como loca quedó la anciana después de su primer gangbang anal!
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