Descripción
La pelea por el mando de la televisión entre Madison Summers y el hermanastro terminó de la forma más increíble y asombrosa. Ninguno de los dos se imaginaba que acabarían follando. Todo comenzó cuando el hermanastro, para que ella dejara de tocarle los cojones, le dijo que a cambio de dejarle el mando quería que le enseñara las tetas. Madison, para sorpresa del chaval, se levantó la camiseta y se las enseñó. Fue entonces cuando él le pidió que le diera una mamada y la rubia, sin quejarse, se puso de rodillas y comenzó a chuparle la polla. ¿Hace falta aclarar que acabaron follando como si fueran novios?
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