Descripción
Madi Collins estaba realmente muy cabreada. La madrastra había logrado ponerla de mal humor sin ningún esfuerzo, y hasta le había quitado las ganas de hacer el entrenamiento de tenis. Lamentablemente Seth Gamble, el entrenador, ya estaba en camino. Ya no había manera de suspender la clase. Sin embargo, como Seth le gustaba y mucho, se le ocurrió la genial idea de provocarlo para que, ese día, terminaran el entrenamiento rápidamente y se encerraran a follar en el cuarto. Ella deseaba esa polla desde que lo vio por primera vez, y la hora de mamársela y entregarse desnuda para que le follara el chocho había llegado.
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