Descripción
Desde que este anciano vio desnuda a la nieta debajo de la ducha, no se la puede quitar de la cabeza. Todo el tiempo tiene sueños eróticos con todas las jovencitas que conoce, y eso incluye desde sus nietas y sobrinas hasta sus alumnas y vecinas. En todos los casos las zorras se rinden a sus pies, se le ponen en bolas y le chupan la polla furiosamente como si quisieran arrancarle la leche por la fuerza. Después se las folla en todas las posturas como si tuviera una polla enorme y una erección eterna. ¡Sus sueños son tan reales que a veces se corre dormido!
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