Descripción
La sorpresa que se llevó esta jovencita latina al entrar a la casa fue tremenda. Allí, en el patio, estaba su tío sentado en una silla con los pantalones por las rodillas y la mano en la polla dura. Se estaba haciendo una paja al aire libre, y la guarrilla se sorprendió por el tamaño de esa verga. Nunca había visto un rabo semejante, y no podía quedarse sin probarlo. La guarra se arrodilló frente a él, se la metió en la boca y, ayudándose con las manos, se la chupó hasta sacarle la leche. El tío cree que la sobrina solo quiso ayudarlo, pero en realidad se moría de ganas de mamarle la polla.