Descripción
Todo lo que esta latina no se atrevía a decirle al hermanastro, se animó a decírselo a través del móvil. Era hora de que él supiera lo mucho que a ella le gustaba, y que cada noche esperaba ansiosa a que él regresara a la casa. Con la confesión sobre la mesa, la latina se echó a dormir desnuda sabiendo que cuando él entrara por la puerta la pillaría en bolas. Él, que por primera vez le veía el culo y las tetas, inmediatamente se desnudó y se puso a masturbarse a su lado hasta que ella despertó. Ya no había más que hablar. Era el momento de que ella se pusiera a comerle la polla para que él se la follara bien follada.
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