Descripción
Lacy Lennon y Liz Jordan estaban jugando a las cartas cuando el hermanastro llegó y les pidió que lo dejaran jugar con ellas. A las zorras se les ocurrió hacerle una broma y decirle que cada vez que uno perdiera tenía que cumplir el reto que los otros le pusieran, y le ordenaron que se quitara el pantalón. El chaval sacó la polla y las hermanastras no se lo podían creer. ¡Aquel rabo era gigante! Después fue él quien les ordenó que se fueran desnudando y poniéndose a cuatro patas ofreciéndoles los coños. El juego no podía acabar de otra manera que con un excitante trío en el que, además de darse el gusto de follarse al hermanastro, las guarrillas disfrutaron tocándose y comiéndose los coños.
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