Descripción
Haberse pasado mas de una semana sin follar era demasiado para la profesora, una golfa a la que le encanta el sexo y no concibe la idea de tener que sacarse la calentura haciéndose la paja. Por eso, ese día en la clase, empezó a provocar al alumno inclinándose sobre la mesa para ponerlo cachondo. El chaval reaccionó enseguida. Ella le estaba ofreciendo el culo disimuladamente pero de una forma bastante evidente, así que le levantó la pollera, le quitó las bragas y se la folló por detrás. La profesora por fin se estaba echando el polvo que tanto necesitaba y el alumno sentía que estaba tocando el cielo con las manos, ya que tanto él como sus compañeros siempre le habían tenido ganas a la zorra de la maestra.
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