Descripción
Dos semanas eran muy poco tiempo para que la tonta pelirroja Ella Hughes aprendiera a conducir. Estaba a punto de rendir el examen y no sabía ni encender el coche. El profesor de la autoescuela no estaba preparado para afrontar semejante reto, pero la pelirroja le rogó que le enseñara hasta que lo convenció. Claro que para eso tuvo que prometerle que las clases serían realmente entretenidas y, mientras le decía esas palabras, le tocaba la polla. La mamada que le hizo después fue lo que determinó su decisión, aunque antes de darle una respuesta definitiva, la desnudó y la puso a cuatro patas para follársela en el coche hasta llenarle el chocho de lefa.
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