Descripción
No había forma de que la zorra mexicana de Gali Diva le pagara la deuda al sobrino. Jamás podría juntar el dinero que él le había prestado, y el chaval lo necesitaba de verdad. La guarra, para complacerlo, empezó a provocarlo diciéndole que estaba dispuesta a prostituirse para juntar la pasta. Sus palabras se transformaron inmediatamente en una negociación que duró apenas unos pocos minutos. La guarra había logrado poner tan cachondo al sobrino que las ganas que tenía de follarse a la tía y que le chupara la polla pasaron a importarles mucho más que el dinero que le había prestado.