Descripción
Mi alumna estaba bastante distraída y no me prestaba ni un poco de atención. Yo intentaba hacerla espabilar, pero ella estaba, evidentemente, pensando en otra cosa. De repente empezó a tocarme la polla con el pie y me la puso como una roca. Al darse cuenta, se arrodilló, la sacó y se puso a hacerme una mamada. En ese momento entró la madre, nos pilló y, antes de que pudiéramos reaccionar, se arrodilló junto a la hija y comenzaron a chupármela entre las dos. Esa fue la única vez que me la mamaron dos mujeres. Tuve muchísima suerte de que, además, fueran madre e hija.