Descripción
Cuando la enfermera Asphyxia Noir descubrió que el paciente más peligroso del manicomio había conseguido liberarse, ya era demasiado tarde. El chaval ya la tenía entre sus brazos y estaba atacándola con una violencia brutal. En segundos le quitó toda la ropa dejándola completamente desnuda, solo con las botas puestas. La amarró con los cinturones y así, expuesta y con las piernas abierta, comenzó a darle latigazos. Enseguida sacó la polla y se la metió en la boca. La morena no tuvo más remedio que chupársela. Antes de correrse, El cabrón la penetró con toda clase de objetos y volvió a atarla para follársela. La experiencia de sexo forzado fue tan fuerte para Asphyxia que, cuando el tío se corrió, acabó dándole las gracias.
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