Descripción
No es mentira que la colegiala francesa Jasmine Arabia intentó estudiar para el examen y leyó tres veces el libro para tratar de entenderlo. Sin embargo, tampoco es mentira que después del tercer intento decidió dejar el libro a un lado y ponerse a jugar a los videojuegos. Para entonces ya tenía un plan montado: coquetear al profesor hasta seducirlo, para que la aprobara a cambio de un polvo o una mamada. Al final, el maestro resultó ser más exigente que lo que ella imaginaba. La guarrilla tuvo que dejarse follar y también chuparle la polla, pero sabiendo que eso le garantizaba una buena calificación, no le importó demasiado.
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