Descripción
No sabemos si ese día el director de la obra estaba muy cabreado o muy cachondo, pero lo cierto es que estaba harto de la rubia tetona Lylah Ryder porque todavía no sabía el guion. Entonces, para darle una lección, le ordenó que se quitara una prenda de vestir cada vez que dijera mal una frase, y así fue como a los pocos minutos se quedó completamente desnuda. Primero tuvo que enseñarle las tetas, después el coño y al final hasta tuvo que voltearse para enseñarle el culo. Lo peor de todo es que después de eso el director decidió echarla, así que la hizo poner en bolas solo para darse el gusto de verla desnuda antes de despedirla para siempre.
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