Descripción
Jessica Starling estaba tan relajada y concentrada mientras se masturbaba echada sobre la cama que en ningún momento se percató de que la puerta de su cuarto estaba abierta. Es que cuando empezó a meterse los dedos estaba sola en la casa, y su hermanastro entró tan sigilosamente que ella nunca lo advirtió. Después de correrse, la morena se levantó, fue hacia la puerta y lo descubrió. ¡No se podía creer que él acabara de verle el coño y las tetas en medio de una paja! No le gustó nada que la hubiese estado espiando, pero el hecho de que no se hubiera tocado y siguiera con la polla dura hizo que lo perdonara y lo invitara a follársela hasta llenarle el coño de leche.
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