Descripción
Después de haberse comido tantas pollas, a Gail Bates no le importa tanto el aspecto físico de los hombres que se la follan sino el contexto y la situación. Eso la pone mucho más que un rabo enorme, un chico guapo o un cuerpo joven y musculoso. Por eso es que al leer la carta de este fan suyo que estaba desesperado por verla desnuda personalmente, decidió darle una oportunidad de follársela a pesar de que es un viejo gordo y bastante feo. El morbo de ver cómo le brillaban los ojos al verle las tetas y el culo, la puso tan cachonda que le chupó la polla con mas ganas que nunca y se dejó follar en todas las posturas que el viejo le propuso.
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